Aún no remite el ciclón Vargas Llosa. En el Rectorado de la Universidad de Málaga, el pasado jueves por la tarde, el escritor contestó a las preguntas de Fernando Iwasaki. Estas son algunas de las joyas.
- La familia: «Siempre encontré en la familia el estímulo y el apoyo para desarrollar mi vocación». «Nunca ha sido para mí ni rutina, ni limitación. Mi carrera nunca ha sido incompatible con la vida familiar». Su madre era una buena lectora. Su abuelito Pedro escribía «versos festivos».
- Vargas Llosa ha vivido en siete países, en más de 50 hogares distintos.
- Patricia. Su mujer, que también es su prima, se encarga de todo. Mario Vargas Llosa se dedica exclusivamente a «leer y escribir«.
- El placer de leer. «He tratado por todos los medios que mis tres hijos sean buenos lectores. La lectura es uno de los más extraordinarios placeres, una experiencia mágica y exaltante». Obligaba a sus hijos a dos horas diarias de lecturas obligatorias.
- Vida literaria. Nunca hizo vida bohemia.
- 1958. Año clave en su vida. Recala en Madrid para estudiar un Doctorado. Le dice a Julia, su prima, entonces su mujer: «Quiero dedicar a la escritura la mayor parte de mi tiempo, la mejor de mis energías. Si no lo hago, nunca voy a escribir nada serio»
- Carmen Balcells, la mítica agente literaria. Le exigió que dejara su trabajo de profesor de Londres. «Renuncié, me fui a vivir a Barcelona y desde entonces vivo sólo de mi pluma».
- Amistades literarias. «Fui bastante amigo de Cortázar. Era bastante generoso». En París, donde descubrió América Latina, conoció a Carpentier, Carlos Fuentes, Miguel Ángel Asturias, Jorge Edwards, «con quien intercambiaba libros e ideas y nos veíamos al menos dos días a la semana».
- Amigos íntimos. «Creo que mis amigos más íntimos son pintores o arquitectos».
- Criterio de lectura. «Cuando uno es joven tiene la impresión de que leerá todos los libros». «Para mí era inmoral empezar a leer un libro y no terminarlo». Ahora, a sus 71 años, no es así: «Si un libro no es capaz de conquistar mi interés, no consigue quedarme prendido y me aburre, lo cierro sin terminarlo».
- Relecturas y curiosidad. «Releo mucho, sobre todo, novelas del siglo XIX». Los nuevos. «También me mantengo abierto, con una curiosidad viva, pero no sigo la actualidad literaria, a menos de que tenga incidios de que un libro es interesante».
- Historia de Mayta. Iwasaki: «¿Qué novela se hubiera merecido una mejor fortuna?». «Sin lugar a dudas», precisó Vargas Llosa, «La Historia de Mayta«. «Los críticos», explicó, «dijeron que era un texto político disfrazado de novela». Vargas Llosa entrevistó a uno de los personajes de la historia. «Me encontré con la ficción encarnada».
- La bondad. «El escritor que es bueno, solidario y humano es un caso totalmente excepcional». Un ejemplo para el novelista sería el de Juan García Hortelano.
- ¿De dónde? De todos lados y de ninguno. «Hoy no cabe hablar de identidades individuales, salvo en el caso de las comunidades primitivas». Perú, Francia, España e Inglaterra han marcado su vida. Pero también el ser un agnóstico y un liberal. «No tengo un lugar». Ciudadano del mundo.