Hay pocas palabras que evoquen tanto. Recuerdos. Recordamos situaciones, personajes, personas, libros, películas, viajes, sensaciones. Las placenteras y las desagradables. También las agridulces. Ahora un grupo de científicos suizos ha identificado los ganglios que deciden «qué vivencias y datos valen la pena ser recordados». También cuáles no para así desocupar la «memoria temporal». ¿El objetivo? Que esta memoria trabaje de un modo más rápido y eficaz.
Seguro que muchos datos que recordamos merecen la pena ser olvidados y que infinidades de olores, descripciones o personas son olvidados por nuestra memoria de un modo implacable. De esa memoria vivimos los periodistas, los escribidores del presente, pero también del pasado, allí donde están las claves de la sociedad que analizamos. También nuestra intrahistoria, aquellos pasajes que internamente fotografiamos un día y que podrían regresar muy pronto a nuestra memoria.
Mu bonito y sentío, maestro Rivera. Cómo lleva el relato que publicará en ese libro conjunto titulado «Málaga, ciudad de los infiernos» ???
Gracias. Espero que haya prórroga en la entrega del texto.
bueno no sólo los periodistas guardais un album de «fotogrfias» echo de «memoria», para bien o para mal nadie se libra de los «recuerdos».., a ver si estos científicos nos ayudan a ser más selectivos… o mejor no, que las malas «fotos» también son necesarias