«Vamos a tu despacho». Luis Antonio de Villena se autoinvita al lugar de trabajo de Alfredo Taján. Paseo de Reding. Instituto Municipal del Libro, pronto en un palacete de la calle Álamos. Villena quiere que Nacho Alcalá le fotografié allí. Finalmente se publica una foto de Taján hablando y L.A.V. escuchando. José Luis González Vera graba para la productora, en alianza con Gaby Beneroso y Kike Kanalla, los poemas que lanza el poeta teñido de rubio.
En primera fila se sientan María Victoria Atencia, Álvaro García (de verde y muy atento a las palabras villenescas) y Francisco Cumpián, el que ha impreso dos poemas del libro de Villena, el hombre de los (paréntesis). Antes de que empiece, música de jazz y Pink Floyd (gracias, Blanca). Pizarro (Manuel, no, Pedro) llega a la cita poética. ¿Ya habrá vuelto de ARCO? También están las hermanas Soria y mi profesor de Lengua y Literatura en Los Olivos: Antonio García Pañero. En breve, Pañero.
Taján presenta a Villena muy suelto. Habla del lento declinar con el vitalismo más exacerbado. Poeta de múltiples órdenes o desórdenes. Triste elegancia moral. Un zombi, como Blanco White. La voz grave y seductora, aclara Taján del protagonista de la noche. Villena recuerda a Rafael Pérez Estrada, una larga amistad. Pérez Estrada, el primero que le invitó a Málaga a dar una charla literaria. No le gusta leer sus poemas. Para él son unos extraños desnudamientos. Son poemas en prosa. Ni enteramente lírico, ni enteramente narrativo. Con este libro quería ejercitar algo nuevo, alguna variante que esta vez viene del lado de la forma. Muchas voces que se mezclan. Uno de los libros menos líricos. El maremagnum del mundo.
Empieza a recitar un poema dedicado a su amigo fallecido Julio Aumente, poeta y anticuario. Una casa madrileña, céntrica. Gigantesca y destartalada. Con dos perritas histéricas. Y, yo, que soy muy gatuno. Palabras cazadas: carmesí, sanguíneo, sol crepuscular. Termina con un poema edificante. Medio minuto de aplausos. Luego, los corrillos. Y más fotos. Noche L.A.V.
Acabo de llegar de otro acto cultural. Eulogio Paz y sus cartas al director. El 11M. Es el padre de Daniel Paz Manjón. Lo edita Planeta Rojo. Jesús Nieto y David Tejeiro capitanean la editorial. Las cartas que escribió a El País (y no le publicó el periódico). Contra Aznar. Contra el Gobierno del PP. La foto de las Azores. Contra la Guerra de Irak. Cabeza bien amueblada, el sentimiento de un padre que pide la cadena perpetua para los asesinos de Daniel. Un recuerdo que Eulogio mantiene vivo. Lucía corbata negra.