No, no me gusta que se resalte tanto la negritud de Obama. Además, es mulato. O descafeinado, como se definía Roberto Carlos, acaso el mejor lateral izquierdo que ha jugado en el Real Madrid.
Obama puede ser el Zapatero (en lo bueno) que necesita Estados Unidos. Y el mundo. Quizá no pueda hacer mucho, pero sería bueno que cambiara el sistema de salud del país y que no metiera tanto la cabeza como el horrible Bush en guerras en las que lo único que se puede hacer es estorbar, molestar y tener muchas víctimas.
McCain entró demasiado tarde en el juego electoral. Un héroe de guerra que hubiera tenido un excelente epílogo a su aventura vital.