La Feria de Málaga o como titulo hoy en la Tinta de Verano: Los sanfermines del sur.
Así empiezo:
«Una orgía de fiesta conquista la urbe fenicia. Alguien escribió que Málaga era la ciudad de los sentidos. Hedonista, juguetona, suavona. Seis millones de personas pululan en la sobreactuada calle Larios, un teatro multisudor, formidable disparate de diez días de desenfreno. Sin límite. Aquí no disimula la británica ‘todo incluido’ que aprovecha el pack de vino dulce y agarrón por la cintura para luego enviar en su Facebook móvil un mensaje de alegría alcohólica. Esto es la Feria de Málaga. Los Sanfermines del sur».
Totalmente de acuerdo, conciso pero das en el clavo, yo soy algo anti-ferias, aunque entiendo que la gente tiene que desfogarse de sus fobias y sufrimientos varios. Acabo de parir blog, saludos.
Se te ha olvidado comentar los merdellones, las peleas, los comas etílicos…..ESO TAMBIEN ES LA FERIA (por desgracia)
Es verdad que un extranjero cuando escucha Feria lo relaciona con casetas con un buen vinito malagueño, con un plato de queso curado y de jamon y unos piquitos.
Gente feliz (no ciega perdida) bailando al compas del flamenquito y cantando.
Y no merdellones insultando y peleandose tras un par de cubatas sin sabor ninguno, sudando como pollos con un ruido de infierno por no llamarlo musica. O un par de pijas bien arregladas que acaban sentadas en la acera enseñando la braga y desorientadas.
Pero bueno unos esperan la semana santa, la navidad con gran ilusión y otros la feria…