He leído/visto con emoción, con melancolía (nostalgia, no), el gran despliegue/autobombo de los 20 años de EL MUNDO. El periódico donde crecí profesionalmente, donde hice amigos, compartí risas y sufrí gritos. Alegrías sublimes. También broncas dolorosas. Todo lo imaginable lo pasé en el periódico que para mí fue un sueño cumplido, hoy ya pretérito, pero siempre presente. ¡Cómo puedes desterrar de la memoria el papel, la esfera verde, donde has trabajado 12 años!
Un diario es la metáfora más semejante a la vida. Intensa, descarada. Oscura a veces. Jamás indiferente. En EL MUNDO, desde la distancia de Málaga o Tokio, con el enfoque en la redacción de Sevilla o Madrid. En la redacción central de Pradillo, 42 o en la redacción de Mallorca aprendí Periodismo y me dejaron ejercerlo. Ahora, en El Confidencial, donde escribo desde enero, palpita muy vivo aquel espíritu fajador y valiente con la información que estrenó EL MUNDO en 1989.
Hoy Antonio Lucas, el Príncipe de las Letras, como lo define Raúl del Pozo, escribe un artículo emocionante. Nada de palabrería hueca de políticos. O de los jefes que miran acojonados la cuenta de resultados y la caída de la publicidad. El gran Lucas, el amigo cómplice de tantas tardes y noches de redacción y bares, columnea sobre EL MUNDO y su Mundo. El nuestro. El mío. El de tantos…
Un pensamiento en “El tango del periódico (por Antonio Lucas): Los 20 años del diario EL MUNDO”