Colosal reportaje de Ramón Lobo en Haití. La guera papel-Internet en Puerto Príncipe.
Aquí el arranque:
«Lo último que necesita un periódico sumido en el debate papel-Internet y en medio de una crisis publicitaria general es un terremoto de 7,0 grados en la escala de Richter. A Le Nouvelliste, fundado en 1898, se le movió tanto la vieja rotativa que algunas máquinas fueron desplazadas o quedaron inclinadas y ahora son técnicos venezolanos los que deberán determinar qué se hace.
Su sede está en el centro de Puerto Príncipe, enfrente de los restos de la prisión; allí, quien no murió entre los escombros escapó a la carrera. En cambio, el edificio del diario sigue en pie, aunque descascarillado. Los expertos que deciden las demoliciones afirman que necesita reforzar los pilares antes de permitir el trajín de antaño. El nombre de la cabecera que preside la fachada aguantó la sacudida con dignidad: sólo perdió la te. Todo un símbolo de sus intenciones».