A Felipe González le saca de quicio que le recuerden quiénes son sus amigos y los negocios en Latinoamérica. Y en Sevilla, su ciudad natal, salió en tromba, a la ofensiva: “Me defiendo del sindicato de la calumnia y la infamia por la palabra y la letra, los que engañan y construyen una opinión sobre una información falsa. Les voy a dar una mala noticia: no soy multimillonario, ni siquiera millonario”. Y luego se lanzó: “¡A mí me van a callar! Tengo 68 años y todavía no he decidido ser millonario, pero si lo decido a lo mejor lo soy”.
Lo cuento en El Confidencial.