Una densa bronca domina las candidaturas andaluzas a la capital europea de la cultura 2016. Córdoba y Málaga, junto a otras 14 aspirantes españolas, luchan por superar el primer corte de octubre de este año en medio de una tormenta política entre el PSOE y el PP-A.
En juego está posicionarse como una de las seis ciudades que aspiran a la elección definitiva de julio de 2011. La tajada es jugosa: por cada euro de inversión hay ocho euros de retorno económico para la ciudad, según la experiencia de antiguas capitalidades.