Una nueva decepción. La mesa laboral entre Unicaja, los sindicatos de la entidad malagueña y Cajasur desembocó en un fracaso. La primera anunció un ERE y los trabajadores se plantaron. Lo que pretendía la caja presidida por Braulio Medel era localizar y actuar en el supuesto sobrante de plantilla: los servicios centrales y las oficinas solapadas de las dos cajas. En la segunda fase habría despidos voluntarios “no traumáticos”. Y luego el Expediente de Regulación de Empleo.