Entonces se calló y ahora sí habla. El presidente de la Junta de Andalucía desvela claves ocultas de la operación Cajasur. Griñán no veía clara la improvisada joint-venture de Unicaja y Cajasol para lograr el botín de la entidad cordobesa que impulsó el Gobierno andaluz a finales del pasado mes de junio.
José Antonio Griñán reconoce que recibió una llamada “de Madrid” para indicarle que era lo más conveniente una puja al alimón. Griñán contactó con Braulio Medel y Antonio Pulido, los mandamases de Unicaja y Cajasol, que a regañadientes aceptaron la propuesta de la Junta.