El decretazo Griñán sigue teniendo muy mala pinta y dividiendo al poder y los empleados públicos. Aún así, el presidente de la Junta de Andalucía continúa empeñado en sacarlo adelante. Esta semana se debate en el Parlamento andaluz la norma que permitirá que 20.000 personas entren en la administración de la Junta sin haber aprobado una oposición.
La última ocurrencia del jefe del Gobierno andaluz pasa por resucitar del ostracismo parlamentario a Pepe Caballos, que será el encargado de defender en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas la reestructuración de la Junta, muy contestada por los sindicatos UGT y USTEA, que han logrado masivas manifestaciones en las principales ciudades andaluzas.
Es el Confidente que escribo hoy.