El piloto Pedro Maceiras tiene 50 años y está en paro, igual que su mujer y uno de sus hijos, de 18 años. Maceiras ganaba en Air Comet un sueldo base de 2.500 euros netos que doblaba en función del número de horas de vuelo. Algunos de sus compañeros cobraban hasta 8.000 euros al mes. Hoy, como la mitad de los 120 pilotos de la extinta aerolínea, busca trabajo en un mercado muy exclusivo y sin apenas ofertas.