Felipe González vuelve a sus orígenes. El ex presidente del Gobierno está dispuesto a mojarse en Andalucía. Su ofensiva política servirá para animar a la hinchada socialista, con los ánimos por los suelos tras la publicación de una encuesta oficial que sitúa a Javier Arenas al borde de la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2012.