Sorprendió a todos. La presidenta del Parlamento andaluz, Fuensanta Coves, entonó ayer un inesperado mea culpa ante los “llamativos casos de corrupción” que salpican la política andaluza. Coves se refería, sin citarlo expresamente, al escándalo del fondo de reptiles de 700 millones de euros en la Consejería de Empleo y de las prejubilaciones falsas que acechan al Gobierno Griñán.