Fue en Hiroshima, el 6 de agosto de 1995. Cubría para Diario 16 el 50 aniversario de la bomba atómica. “Los japoneses sienten vergüenza, humillación; nunca odio a los americanos”. Me lo soltó un extranjero. La frase revela hasta qué punto los nipones habían olvidado la II Guerra Mundial y los tremendos efectos sobre su población.
Análisis en primera persona de la sociedad japonesa. Con referencias a mi etapa de corresponsal de El Mundo en Tokio y el terremoto que sufrió Alejandro Amenábar en la capital nipona.
Aquí la historia completa.