Ronda la cincuentena. No quiere dar su nombre y apellidos por temor a represalias. A mitad de la semana pasada, tras más de una década en Cajasur, le anunciaron el despido. Él no se acogió al plan de bajas incentivadas. Hoy pasará su primer lunes al sol. “Es muy arriesgado montar algo por mi cuenta, estoy buscando trabajo y el empleo está muy difícil, sobre todo a la gente de mi edad”, confiesa.