Hasta esta mañana era el mayor desastre natural de Japón desde 1945. Estuve en Kobe en enero de 1999. Aquí mi crónica publicada en El Mundo.
Pero ¿hubo un terremoto en Kobe?
AGUSTIN RIVERA
El Mundo; 17/01/1999; página 32
KOBE (JAPON).-
Desde el paseo marítimo se divisa una imagen espectacular del entorno urbano. Rascacielos de última generación en la zona portuaria, un completo parque de atracciones con una montaña rusa a ras del mar y varios centros comerciales en permanente ebullición. La ciudad destila alegría y derrocha entusiasmo… Pero, ¿hubo de verdad alguna vez un terremoto en Kobe?
Lo cierto es que sí. Y muy pocos han conseguido olvidarlo. Ahora bien, nadie podría estar seguro a tenor del escenario de progreso que se mastica. Según el Ayuntamiento, se ha restaurado el 100% de lo destruido por el terremoto del 17 de enero de 1995, el peor desastre natural sufrido por Japón dede la posguerra.
En ese día, una sacudida del 7,2 en la escala de Ritcher dejó más de 5.000 muertos, 43.700 heridos y 200.000 viviendas con derrumbe total o parcial.
Ahora la situacion, ciertamente, no se parece en nada al caos de entonces. El lavado de cara de Kobe, de un millón y medio de habitantes, se palpa nada más llegar a la estación de Shin-Kobe, el apeadero del Shinkansen, el Tren de Alta Velocidad japonés, que lo comunica a tres horas de Tokio.
Sannomiya, el epicentro -pacífico- de la urbe, es el lugar favorito de los modernos, de las variopintas tribus juveniles, que llevan el pelo teñido, van cuidadosamente desaliñados y hablan con desenfreno a través de su diminuto teléfono móvil. Abundan los restaurantes de comida rápida, los business hotel y los multicines.
Megumi Akagawa, de ojos casi ocidentales, tiene 23 años y trabaja en una despacho de abogados. «Kobe ha recuperado su pulso vital, la gente tiende a olvidar el terremoto», asegura.
Los regidores municipales tampoco quieren quedarse atrás del optimismo ciudadano. Desde julio de 1996 existe un edificio de 2.000 metros cuadrados que rememora la hecatombe. En el museo, de entrada libre, no faltan fotografías en color y en blanco y negro del suceso, un documental de las 72 horas después, los cambios de la ciudad, maquetas oreográficas del lugar y hasta, cómo no, una pequeña tienda de recuerdos para sufragar los gastos del recinto.
Aunque pueda parecer duro, a Kobe le vino bien el terremoto. «Está mucho mejor que antes», explica Martin Williams, periodista británico de Newsbytes, empresa filial del Washington Post, afincado en Tokio desde hace cuatro años.
Tadao Ando, el prestigioso arquitecto japones que levantó el Pabellón de Japón en la Expo de Sevilla, ya ofreció en la primavera de 1996 su opinión sobre como debería ser el futuro urbanistico de Kobe: «Los planes de construcción de Kobe giran en torno a la idea de levantar una ciudad a prueba de desastres. Se basan en el sueño de la ingeniería civil de convertir la ciudad en una fortaleza. Pero, dentro de 10 o 20 años, nadie se sentirá a gusto en un Kobe fuerte y resistente. Deberíamos reconstruirla como una ciudad del siglo XXI, pensada para que la gente pueda disfrutar de la vida».
Como el ave fénix: tras la desolación de las cenizas, el esplendor del resurgir… Pero, ¿hubo de verdad alguna vez un terremoto en Kobe?