No gana para malas noticias. Si Miguel Ángel Moratinos perdió el domingo su oportunidad de presidir la FAO, ayer se volvió a llevar un nuevo chasco. Refugiado en su escaño de diputado al Congreso por Córdoba, el ex ministro de Asuntos Exteriores esperaba el triunfo de Córdoba a la capitalidad europea de la cultura 2016. El fracaso de ayer por la tarde de la ciudad andaluza en beneficio de San Sebastián se lo tomó Moratinos como algo personal.