“¿No lo has visto? Si soy igual, igualito; los mismos andares, yo también voy muy elegante por la calle”. José Losada Carrete se compara con Fred Astaire, su ídolo desde la adolescencia, su referente, su inspiración diaria. El bailaor gitano de flamenco habla con esa gracia natural en el hablar, mientras apura una manzanilla “para entonar el estómago” 20 minutos antes de empezar el espectáculo Carrete íntimo.
Nació en una era de Ventas de Zafarraya (Granada) y ronda los 71 años (no lo sabe ni él). Desde los diez vive en la Costa del Sol y fue cuatro décadas compañero de escenario, de hambrunas y de juergas de Chiquito de la Calzada. [Chiquito copió parte del vocabulario condemor de Carrete]. Y conoció el grandioso Torremolinos que acabó a principios de los setenta. Jamás aceptó una oferta lejos de Málaga. Y eso que sus 60 años de taconeo magistral jamás pasó desapercibido para los grandes especialistas ni para el público.
La Tinta de Verano que publico en El Confidencial homenajea a Carrete, el Fred Astaire de Torremolinos.