La blusa blanca, vistas al tranquilo Mediterráneo y el micrófono azul de la agencia Efe. Justo cuando escupe la primicia, ¡zas! aparece un golfista con pinta de extranjero que golpea la bola. María Dolores de Cospedal no juega al golf, pero en las instalaciones del hotel Guadalmina sí se practica con masiva frecuencia. Que se lo pregunten si no al vecino José María Aznar.
Aquel agosto de 2009, la Cospe ultimaba su boda con Ignacio López del Hierro. Los compañeros de Efe (Antonio Soto, Ángel Alonso y Raúl García) habían quedado en entrevistarla y no se esperaban, ni en el mejor de los sueños periodísticos, que la secretaria general del PP acusara al comando Rubalcaba de espiar al PP. Fue acabar el encuentro y lanzar urgentes y teletipos a discreción. Cospedal incendió hace dos veranos la actualidad informativa nacional.
La Tinta de Verano que escribo hoy en El Confidencial.