Los guadalminos no salen de la urbanización en días o en semanas. Juegan una partida de golf en el hotel Gualdalmina, cenan en algún restaurante de los alrededores (el dueño del Asador coquetea con permitir otra vez humos y habanos) y practican escasa vida social fuera de los límites de su selecto y pijísimo complejo residencial. Guadalmina/Guadalpija se enclava en San Pedro Alcántara, la barriada que quiere independizarse de una vez por todas de Marbella.
Aquí el texto completo de la Tinta de Verano sampedreña.