Javier Arenas (2i), acompañado por Cristobal Montoro (2d), Juan Ignacio Zoido (d) y José Luis Sanz, ayer, en el balcón de la sede del PP andaluz (Efe).
Empieza la guerra. Los pésimos resultados del PSOE en Andalucía acelerarán la descomposición en el socialismo sureño. El liderazgo de José Antonio Griñán está en entredicho. Griñán se ha mostrado absolutamente incapaz de consolidar el poder que atesoraron Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y él mismo durante tres décadas ininterrumpidas.
Los nueve puntos de ventaja que ha logrado el PP en Andalucía (33 diputados frente a los 25 escaños del PSOE) estarían a punto de consolidar una hipotética mayoría absoluta de Javier Arenas en las elecciones autonómicas del próximo mes de marzo. La única tabla de salvación que le queda al PSOE es esperar a que el Gobierno de Mariano Rajoy efectúe un severo plan de ajuste que asuste al electorado andaluz y decida que más vale viejo conocido que nuevo por conocer.
La lucha interna en el PSOE andaluz será feroz, despiadada y sin límite. Como ya avanzó este diario el pasado 5 de abril, las huestes del otrora todopoderoso Luis Pizarro, exnúmero 2 del PSOE andaluz y exconsejero de Gobernación, desenterrarán el hacha de guerra para intentar agrupar una candidatura ajena a la de Griñán. Pizarro decidió esperar hasta las generales de ayer para concretar su rechazo al proyecto del actual jefe del Gobierno andaluz.
Las ejecutivas provinciales andaluzas también se encuentran cuestionadas por los malos resultados. En la circunscripción de Sevilla, dirigida por José Antonio Viera, implicado en la investigación de la juez Mercedes Alaya sobre los ERE falsos, la candidatura del incombustible Alfonso Guerra ganó por un estrecho margen (apenas 30.000 votos) a la lista encabezada por Cristóbal Montoro.
El crecimiento del PP en esta provincia deja en evidencia al hasta ahora implacable granero socialista. En Sevilla capital la victoria popular alcanza siete de los once distritos y también se podría considerar como un claro voto de confianza a la gestión de Juan Ignacio Zoido al frente de la Alcaldía de Sevilla.
Arenas, sin garantía de mayoría absoluta en Andalucía
Si se extrapolaran los resultados de las elecciones generales a las autonómicas no estaría garantizada la mayoría absoluta en los comicios andaluces. Javier Arenas sabe que deberá consolidar el apoyo en las grandes ciudades, pero que sin más votos en los municipios del interior será muy difícil conseguir el poder en la Junta de Andalucía, aunque el paso de ayer sí es decisivo.
El crecimiento de votos de Izquierda Unida, con dos diputados (el secretario general del PCE, José Luis Centella, y Alberto Garzón, uno de los líderes del movimiento 15M), podría ser una rémora para los intereses populares. El líder de la coalición de izquierdas en Andalucía, Diego Valderas, ya dejó muy claro que votaría a favor de Griñán para frenar la llegada de Arenas al Palacio de San Telmo.
El secretario general del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, también sufrirá a partir de hoy cómo las críticas a su gestión se transforman en peticiones de un congreso extraordinario. El letrado Diego Martín Reyes, expresidente de la gestora de Marbella, será uno de los primeros en dar un paso al frente contra Heredia.
El martes convocará a la Ejecutiva Provincial y ya surgen voces pidiendo su dimisión y la de todo el equipo. Fuentes del PSOE andaluz confirmaron a El Confidencial que ya se esperaban estos resultados. “Las encuestas ya lo decían”, manifestaron estas fuentes.