Rosa Aguilar, Griñán y Carmen Peñalver (Efe).
a rebelión se extiende. Tras los primeros escarceos en Cádiz y Málaga, el PSOE andaluz hace aguas en Almería y Jaén. Las ejecutivas de estas provincias han destituido a las ejecutivas locales justo cuando se ha publicado la encuesta del IESA (Instituto de Estudios Avanzados) que certifica una mayoría absoluta para Javier Arenas en las elecciones autonómicas de la próxima Primavera.
Por si todo fuera poco, la (aún) consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Mar Moreno, se ha opuesto a la defenestración de la Ejecutiva local del PSOE jienense, capitaneada por la exalcaldesa Carmen Peñalver y que ya ha visualizado el enfrentamiento con Gaspar Zarrías, número 4 de la Ejecutiva Federal y cerebro/muñidor del socialista en esta provincia. Fuentes políticas andaluzas no descartan incluso que Moreno (la primera opción de Rodríguez Zapatero para sustituir a Manuel Chaves) dejara antes de las elecciones su cargo institucional en la Junta de Andalucía. Se trata del primer capítulo de la alianza Zarrías/Griñán en un pacto de no agresión hasta los comicios andaluces.
En Almería ha desaparecido la Agrupación Municipal del PSOE de la capital almeriense. El secretario general de la Agrupación, Juan Carlos Usero, presentó su renuncia, forzada después de una semana de continuas dimisiones (19 de los 38 componentes), además del mismo Usero.
En esta provincia la pelea de gallos se focaliza entre Martín Soler, exconsejero de Innovación de la Junta de Andalucía, y José Antonio Amate, expresidente de la Autoridad Portuaria de Almería. Ambos han ocupado el cargo de secretario general del PSOE almeriense. Amate, sin enseñar pruebas, acusó el frustrado candidato socialista a la alcaldía de Almería (el empresario Antonio Cantón) de tener “las manos manchadas”.