“Javi, amigo, el pueblo está contigo”. “¡Alcalde, alcalde!”. Eran los gritos de sus adeptos en el día más amargo en la carrera política de Javier Carnero. Aquel 8 de mayo de 2009 el alcalde de Benalmádena dejaba de serlo por culpa de una moción de censura. El ambicioso Carnero (Málaga, 1969) aprovechó su salida de la Alcaldía para cultivar su proyección fuera del municipio, si era andaluza y nacional mucho mejor. En las pasadas elecciones municipales volvió a la Alcaldía y convirtió a Benalmádena en el único bastión socialista en la Costa del Sol.
Sólo dos socialistas sureños han firmado el documento Mucho por hacer que suspira por un cambio en el PSOE con Carmen Chacón de protagonista. Carnero es el más relevante. El otro es el portavoz socialista en el Ayuntamiento gaditano de San Fernando, Fernando López Gil, aliado hasta ahora con Griñán.
Aunque lo niegue, el primer edil del municipio de la Costa del Sol se aleja de la línea oficial del PSOE-A y eso que oficialmente se mantiene seguidor de la línea oficial de la Ejecutiva del PSOE malagueña e incluso guarda extrema fidelidad a José Antonio Griñán, secretario general de los socialistas andaluces.
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