Hace justo un año mi gran amigo Miguel Ángel Mendoza, jefe de informativos de SER Ceuta, me llamó muy temprano para avisarme de la noticia de un tsunami en Japón. En ese momento se contabilizaba un muerto. Llamé a El Confidencial. Avisé que quería prepararía una historia sobre ese país que tanto amo. El día en Málaga era triste, algo oscuro. Reuní testimonios del terremoto (A 50 metros bajo tierra) y luego publiqué otras dos historias: Japón, la sociedad que convive con el desastre natural (y nuclear) y Balada triste del Japón herido.
El sábado emitieron en Informe semanal el muy recomendable reportaje Las heridas del tsunami.
Hoy he leído historias humanas y reportajes de Japón. Qué gran país. Ganbatte nippon!