Sin mencionar la huelga general, Mariano Rajoy defendió los cambios que lleva ejecutando en el Gobierno desde hace siete semanas (y no siete meses, como resaltó de modo erróneo). En el primer mitin de Javier Arenas en la campaña autonómica de las elecciones andaluzas, avanzó en Málaga que seguirá haciendo “más reformas para evitar los tres millones de despidos de los últimos cuatro años”.
En el vetusto pabellón de Ciudad Jardín, que congregó a 5.000 personas, Rajoy precisó que el Gobierno no se preocuparía “en los problemas particulares de nadie; estamos para resolver problemas, no estamos aquí para discutir con nadie. Y por eso hemos hecho una reforma laboral para crear empleo, para que haya trabajo”.
El presidente del Ejecutivo popular no se refirió en ningún momento a los escándalos de corrupción en Andalucía ni a los EREs fraudulentos, tampoco a Invercaria, aunque sí dejó claro que en ningún Ejecutivo se puede “dilapidar” el dinero. “Cuando un proyecto no tiene futuro se le manda a la oposición para que se regenere”, precisó.