Carlos Sanjuán, el pasado miércoles, en su casa de Rincón de la Victoria (Foto: Agustín Rivera)
El PSOE gana en 1993 las elecciones generales de nuevo gracias al granero socialista andaluz. Carlos Sanjuán lleva desde 1988 como secretario general del PSOE-A. Manuel Chaves, al frente de la Junta de Andalucía desde 1990. Sanjuán, que ejerció de abogado y de comandante jurídico de la Armada, es el general con mando en plaza del partido hegemónico. Los papeles repartidos. Sanjuán defendía con vehemencia la separación de lo orgánico e institucional. Pero el presidente del Gobierno andaluz, auspiciado por Felipe González, quería más: el poder de la calle San Vicente de Sevilla, la sede regional de los socialistas sureños.
Sanjuán (Zaragoza, 1938) perdió la intensa batalla interna que desangró en canal al PSOE andaluz. Las heridas aún no han cicatrizado. Ahora, incluso resucitan con virulencia. Afincado en Málaga desde su juventud, en una entrevista concedida a El Confidencial, habla sin tapujos, ni rodeos desde su casa del Rincón de la Victoria, a veinte metros del Mediterráneo.
“Manuel Chaves no respetó los estatutos del partido y con un todo vale, generó una crisis tan profunda y una división tan grande en Málaga, Huelva y Almería y en general en todo el PSOE de Andalucía que todavía arrastramos las consecuencias de esa manera de actuar”, asegura Sanjuán, que fue subsecretario del Ministerio del Interior en el primer Gobierno de González.
Aquí el resto de la entrevista que he publicado hoy en El Confidencial.