Juan Manuel Moreno Bonilla y Ana Mato (Efe).
Juan Ignacio Zoido será el presidente de transición del PP andaluz. Javier Arenas se encargará de reunir los consensos necesarios para que triunfe la candidatura del alcalde de Sevilla en el congreso regional del próximo de julio. Pero el proyecto Zoido no será de largo recorrido. Arenas quiere otro candidato para las autonómicas de 2016. El número 2 de Ana Mato en el Ministerio de Sanidad, Juan Manuel Moreno Bonilla, se perfila como la gran baza de futuro, según fuentes próximas al PP andaluz.
“Moreno Bonilla está descartado para este momento. Ahora mismo es secretario de Estado y Mato no le dejaría marcharse, aunque tampoco a él le interesaría: prefiere esperar. Pero para las próximas elecciones hay que tenerlo en cuenta por su relación muy fluida con Javier Arenas. Si le buscan, aceptará el reto, le gustaría. Eso sí, tampoco irá a buscarlo”, señalan a El Confidencial estas mismas fuentes.
Moreno Bonilla es malagueño y, aunque hace gala de su lugar de nacimiento, no se presenta como cuota boquerona en el seno del partido. El secretario de Estado es un político diseñado con mimo por Arenas. El número dos de Mato empezó como concejal de Juventud del Ayuntamiento de Málaga en la primera legislatura de Celia Villalobos como alcaldesa de Málaga. Asumió la dirección nacional de Nuevas Generaciones, fue parlamentario andaluz y luego ascendió a Madrid: ha sido uno de los pilares fundamentales de la fontanería del PP de la calle Génova, atorada desde el desembarco masivo de dirigentes en los ministerios del Gobierno.
El momento de Moreno Bonilla será dentro de dos años y medio, cuando el partido necesite buscar un candidato y ya con su etapa en el Ministerio amortizada. “Si quieres ganar en Andalucía necesitas exclusividad absoluta, no es posible compaginar cargos y el día da para lo que da. Zoido es un buen nombre para este momento. No tengo ninguna duda que habrá un consenso en el partido para que sea el presidente; además, cae bien, otra cosa es que la gente viera que pudiera ser el candidato para dentro de cuatro años, habría entonces un cierto rechazo”.
No hay que olvidar en este proceso las complejidades territoriales en el PP de Andalucía, preso de las cuitas provinciales. Juan Ignacio Zoido presentó su sevillanía como un factor determinante para recuperar Sevilla a la causa popular tras la etapa de Alfredo Sánchez Monteseirín al frente del Ayuntamiento sevillano. “Zoido no puede defender la Ley de la Capitalidad para Sevilla y luego defender a otros municipios como líder regional. No lo podría hacer salvo que dimitiera. Y hay que descartar que lo haga. Costó mucho volver a gobernar en Sevilla”.
Como ya publicó ayer El Confidencial, el portavoz en el Parlamento de Andalucía, Carlos Rojas, también presenta buenas credenciales para convertirse en delfín, pero no moverá hilos internos que pudieran entorpecer el viraje de su partido dictado por Arenas. La alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, tiene ganas de presentar batalla orgánica, pero no cuenta con los suficientes apoyos orgánicos. Otra posible opción sería la de José Antonio Nieto, alcalde de Córdoba.