Ahora tendrán que coger el coche particular. La Junta de Andalucía reducirá los coches oficiales, “de los 200 actuales a 30 o 40”, según ha anunciado este mediodía la consejera de Hacienda y Administración Pública, Carmen Martínez Aguayo tras la reunión del Consejo de Gobierno. La medida persigue un ahorro de tres millones de euros.
Desde ahora el uso de los coches oficiales se limita a los consejeros, viceconsejeros y delegados del Gobierno. Los directores generales ya no podrán utilizar un vehículo oficial. La reducción es mucho más drástica de la anunciada el pasado mes de mayo, cuando la Consejería de Hacienda anunció que la flota de vehículos de altos cargos se reducía en un 50%. Los gastos por dietas, locomoción y traslados se rebajarán un 15%. “Se utilizarán estrictos criterios de pertinencia y relevancia en los desplazamientos y se hará uso del medio de transporte eficaz más económico y en la clase menos onerosa”, indicó Martínez Aguayo.
En 2011 la Junta de Andalucía disponía de 254 automóviles, dos de ellos (unos Audi-82 blindados), asignados exclusivamente para el presidente de la Junta, José Antonio Griñán. En 2010 eran 278 vehículos. También en 2010 la Junta de Andalucía inició la primera de las subastas de vehículos oficiales que tenía previsto realizar su departamento dentro de las medidas de contención del gasto público. Se trataba de 27 vehículos de los 170 que la Junta dio de baja de su parque móvil que ascendía a 4.600 vehículos y que incluye, en su mayoría, vehículos forestales, sanitarios y de mantenimiento de carreteras, entre otros.
En junio de 2011, según publicó Diario de Sevilla, la Administración autonómica de la Junta de Andalucía también asumió el compromiso de eliminar los turismos de alta gama del catálogo cuando los consejeros tuvieran que renovar sus coches y así tendrían que bajar al escalón a viceconsejeros y asimilados.
Los consejeros tenían un amplio abanico de marcas para elegir: entre Audi, BMW, Citroën, Ford Mondeo, Volvo, Honda Accord o Peugeot 6007, valorados entre 60.000 y 80.000 euros. En la gama media alta abundan los modelos de SAAB y Renault, además de otros Ford, Toyota, Opel, Citroën, Peugeot o el BMW Serie3.