Conviene recordar que Maleni, como los otros políticos del PSOE y del PP que han acudido a la comisión (que hoy culmina con la declaración de Manuel Chaves y José Antonio Griñán tras dos retrasos en su comparecencia), dijo que ella no había sido, que no sabía nada y que su Consejería era muy grande y que no podía controlar todo lo que pasaba en República Argentina, 25 y Torretriana. Álvarez mandó durante diez años la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno andaluz (entre agosto de 1994 y febrero de 2004), antes de convertirse en ministra de Fomento. “Tengo muy mala fama por llamar al orden”, precisó la exconsejera, tras remarcar: “Muchas veces no me reunía ni con los míos”.
Magdalena Álvarez argumentó en sus 2,45 horas de comparecencia en el Parlamento andaluz que como consejera en ningún caso era consciente del contenido íntegro de los Presupuestos de la Junta de Andalucía (elaboró 11) y que jamás supo de ninguna irregularidad ni conocía los convenios de la Consejería de Empleo, aunque Hacienda llegó a autorizar modificaciones presupuestarias de hasta 14.000 millones de pesetas, como le recordó Teresa Ruiz Sillero, parlamentaria del PP.
Un dato: la liquidación del año 2002 se saldó con 31 millones de euros de modificación presupuestaria. La exministra ve muy normal esas modificaciones en el Presupuesto. “Ha pasado y pasa en todas las comunidades autónomas, también en las del PP”, proclamó. “Yo no creé nada que no permite la normativa vigente: hay mucha gente dispuesta a saltarse la norma, mucho más de lo que usted se cree: como inspectora de Hacienda siempre me pongo en lo peor”.
“A Guerrero lo he visto en la tele”
Maleni desmintió que conociera al ex director general de Trabajo de la Junta Francisco Javier Guerrero. Y mucho menos que hubiera tenido reuniones con él. “Lo he visto en la tele, pero ahora mismo no me acuerdo de la cara”, destacó la exconsejera, tras desmentir que hubiera mantenido ninguna reunión vis a vis con el exconsejero de Empleo José Antonio Viera, como él mismo apuntó en su comparecencia en la comisión del pasado mes de agosto. Para ello citó la información publicada por este diario. “Hay algún Confidencial que ha publicado que el señor Viera se reunió conmigo. No, los temas presupuestarios se hablaban entre los directores generales de las consejerías”, abundó.
Tras confesar que había sufrido un “deterioro” (no aclaró si se refería a su imagen personal o a su trayectoria política) por defender el saneamiento de las cajas de ahorro sureñas (“del sistema financiero andaluz”, aclaró) y que esa circunstancia le había creado “muchos problemas”, admitió que era la “responsable política” de todo lo que ocurrió en su década al frente de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía.
Álvarez se preparó sólo el pasado fin de semana su intervención en el Parlamento. No desveló sí lo hizo en su casa de Málaga o en Luxemburgo, donde ejerce como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (“la de horas que hemos echado en un tema que hace muchísimo tiempo que yo no trabajaba y me cuesta hasta utilizar la terminología”) y admitió su escasa memoria para recordar con detalle su gestión en la Junta.
Sin informe de Intervención General de la Junta
Eso sí, no tuvo problemas en admitir que no recibió los informes de Intervención General de la Junta de Andalucía sobre los reparos sobre la forma de adjudicar las ayudas de 1.500 millones de euros. Y añadió que tampoco se había reunido con Manuel Chaves: “Con Chaves jamás despaché nada de esto, el presidente del Gobierno [andaluz] no está pendiente de los desfases presupuestarios”.
“Defraudada, indignada y engañada”. Así se siente Magdalena Álvarez, quien considera que los asuntos que examina la comisión de investigación del Parlamento de Andalucía sobre los EREs falsos no son “en absoluto admisibles”. “No hubo ocultación, ni opacidad, hay que esclarecer los hechos y no con ideas preconcebidas”, expresó con contundencia.
Para terminar, una perla de la exministra de Fomento: “Han dicho de mí que consulto a una pitonisa de Barcelona para tomar decisiones; a estas alturas, como si dicen que soy Peter Pan”. Maleni se fue del Parlamento de Andalucía junto a Salgueiro, que le acompañó por si se “perdía por los pasillos”. Genio y Campanilla.