Sin el CaixaForum, la entidad financiera catalana apenas podría sostener el monumental proyecto de la Torre Pelli ideado por Cajasol. El imponente rascacielos de la isla de La Cartuja seguirá adelante gracias a un moderno centro cultural, quizá el más importante de Andalucía. Las obras terminarán el polémico edificio de 39 plantas, que desafía el skyline de Sevilla con sus 180 metros de altura, en diciembre.
El pasado 3 de agosto desaparecía Banca Cívica como marca. Volvía Cajasol, pero esta vez para integrarse en Caixa Bank. Era una patata caliente que no tuvo más remedio que aceptar el banco de la Diagonal barcelonesa. “Tuvimos que analizar con detalle todo lo que conllevaba el proyecto y el calendario previsto”, señalan a El Confidencial fuentes oficiales de La Caixa.
La solución pasaba por abandonar el proyecto de las Reales Atarazanas de Sevilla, un espacio ubicado en el centro de la capital andaluza y que permanece abandonado. La Caixa ha roto el acuerdo que firmó en 2009 con la Junta de Andalucía para la cesión durante 75 años de las Atarazanas, edificio construido en el siglo XIII. Este edificio se iba a convertir en el octavo centro CaixaForum (el cuarto fuera de Cataluña, junto con los de Palma de Mallorca, Madrid y Zaragoza), pero la indefinición del Ayuntamiento de Sevilla (tanto en la etapa de Alfredo Sánchez Monteseirín como en la de Juan Ignacio Zoido) impidieron sacar adelante el proyecto. La Fundación La Caixa descarta en estos momentos otro CaixaForum en Málaga, como había sugerido el alcalde de la capital malagueña, Francisco de la Torre.