Ana es técnico de Laboratorio del hospital Carlos Haya de Málaga. Quiere hacer huelga, pero no puede. “Me quitan demasiado dinero, más de lo que cobro en el día y entre que ya te quitan la paga extraordinaria…”. El caso de Ana es común. Muchos empleados del sector sanitario van a trabajar porque no quieren ver reducir aún más sus nóminas.
Junto al kiosko que hay en la avenida del centro hospitalario de referencia de la capital malagueña, cinco empleados del servicio de cocina apuran un cigarrillo antes de volver a meterse entre fogones. “Somos servicios mínimos, nos ha tocado”. También de servicios mínimos se encuentra un trabajador de 57 años encargado del servicio de limpieza. “La huelga es necesaria, nos han reducido la nómina por todos lados. Nos han quitado hasta de hablar”, comenta este empleado, que no quiere decir su nombre.