En 20 años no han adoptado ningún tipo de acuerdo. La comisión de financiación de los partidos del Parlamento andaluz, creada en 1992, continúa legislatura tras legislatura sin trabajo. Se constituye, se nombra presidente, vicepresidente y portavoces. ¿Y luego? Oculta cómo se financian las formaciones políticas de Andalucía.
Actualmente presidida por José Luis Sánchez Teruel, secretario general del PSOE de Almería, enfrentado con Pilar Navarro, la diputada 10 laminada por Griñán para las listas de las pasadas elecciones autonómicas, cuenta con Manuel Baena, diputado de IU como vicepresidente. La secretaria es María del Carmen Pedemonte (del PP). Uno de los tres portavoces (mudos) de la comisión, compuesta por seis parlamentarios, es Juan Manuel Sánchez Gordillo, el polémico alcalde de Marinaleda.
La rimbombante “comisión de seguimiento y control de financiación de los partidos políticos” plantea en el punto número 2 del artículo 46 del reglamento del Parlamento de Andalucía que esta comisión “permanente” debe constituirse, al mismo nivel que el propio Reglamento, el estatuto de los diputados, el Gobierno interior y el control de la Radio Televisión Autonómica de Andalucía.