José Antonio Nieto, alcalde de Córdoba (Efe).
No más de 45 años. Experiencia en gestión y en el partido. Mano izquierda y un perfil muy centrista. Es el retrato-robot ideal del casting que prepara el PP como candidato idóneo a la Junta de Andalucía. Quien reúne en este momento con mayor número de estas características (y también quiere serlo) es José Antonio Nieto, alcalde de Córdoba.
Nieto está empezando a manejar sus bazas, no sólo en la calle San Fernando, la sede del PP andaluz, sino en Génova. “Ahora no existe un buen clima interno y cuanto más tiempo pase, será peor. Nieto es una buena opción. Sobre todo, porque está dispuesto”, apuntan a El Confidencial fuentes próximas a los popularesandaluces.
La guerra entre las provincias también puede ser aprovechada por Nieto. El presidente del PP malagueño y presidente de la Diputación Provincial, Elías Bendodo, quiere que la elección del candidato sea ya, cuanto antes. En idénticos términos se ha expresado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, partidario de que Juan Ignacio Zoido desvele si desea ser el número 1 en la lista electoral.
De la Torre, ya con 70 años, se siente más libre que nunca de opinar lo que quiera: jamás ha deseado cargo orgánico y mucho menos ahora. Por otro lado, Bendodo, que aún no ha cumplido ni los 40, no oculta en privado que su máxima ilusión sería relevar a De la Torre en la Alcadía. José Luis Sanz, secretario general del PP-A, y luego Zoido han tenido que estar muy veloces para responder a Bendodo y De la Torre. Sanz ha situado en 2015 la fecha de la elección del candidato. Y Zoido ha sido mucho más claro: “Aquel que tenga prisas se está equivocando”, dijo en Huelva. “Al final esto puede ser ni tuya ni mía. Ni Sevilla, ni Málaga, sino Córdoba. Ahí es donde ganan las opciones de Nieto”, señala a este diario un alto dirigente del PP-A.
Ahora mismo, con un partido desorientado (todos intentan consolidar su futuro personal para salvar su pequeña cuota de poder) y con escasa vocación regional tras la orfandad dejada por el abandono de Javier Arenas, muy pocos se quieren implicar en el barro de la confrontación interna. El gran problema es que para los popularesandaluces la encuesta del IESA del pasado 14 de diciembre sólo se ha convertido en el primer paso de la caída. No sería muy descabellado que en próximos sondeos electorales se notara aún más el hundimiento demoscópico y que de los 50 diputados actuales se pasara a una intención de voto que dejara en 40 el número de escaños autonómicos.
Cohabitación obligatoria con Zoido
Nieto y otros posibles candidatos como la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña(una de las favoritas), el portavoz en el Parlamento andaluz, Carlos Rojas, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, el propio Bendodo y el secretario de Estado Juan Manuel Moreno Bonilla, tendrían el inconveniente de una cohabitación obligatoria con Zoido. Tras ser obligado el pasado mes de julio a asumir muy a su pesar la Presidencia del partido en Andalucía, el alcalde de Sevilla no quiere entregar todo el poder al candidato. Se reservaría al menos hasta 2015 el liderazgo orgánico. “Sanz y Zoido no quieren equivocarse. Quieren ganar tiempo y rechazan asumir que fue un error el relevo en el partido. No funciona la solución de transición ideada por Arenas”, destacan fuentes del PP-A a El Confidencial.
También queda una opción: que Mariano Rajoy al final intervenga en la elección del candidato. No se trata de una posibilidad muy cercana en el tiempo, pero si María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Juan Ignacio Zoido finalmente no se ponen de acuerdo en el nombre del futuro líder del PP-A, no se descarta que el propio Rajoy lo decida él mismo en solitario. El presidente del Gobierno sabe que sin Andalucía no puede revalidar la mayoría absoluta en las elecciones generales.
A esta situación de claro desconcierto interno se le añade la gran ventaja que supone para el PSOE y para Griñán que no exista una oposición seria y contundente. El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Sevilla le echa en cara a Zoido que no esté más tiempo volcado en la gestión de la capital andaluza. El alcalde de Sevilla jamás ha dudado que lo que de verdad le interesa es seguir mandando en la Plaza Nueva, la sede del Ayuntamiento hispalense. Y no quiere que bajo ningún concepto los problemas en el PP-A le hagan perder la vara de mando de la cuarta ciudad española.