…Y a los seis meses se reincorporó. Mercedes Alaya volvió ayer a su plaza de magistrada del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla tras su baja por enfermedad producida por cefaleas (fuertes dolores de cabeza) y estrés. Alaya acudió a su despacho del Prado de San Sebastián equipada con su clásica maleta con ruedas, donde previsiblemente guardaba documentación del caso de los ERE falsos, la trama que lleva investigando desde hace dos años.
Este asunto de las ayudas sociolaborales otorgadas por la Consejería de Trabajo a través de la agencia IDEA, el mayor escándalo de corrupción de la historia de Andalucía, cuenta con un protagonista que se va a convertir en la gran patata caliente de la instrucción de Alaya. Se trata de José Antonio Viera, consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía entre los años 2000 y 2004. Viera, clave en la trama tras mantener a Francisco Javier Guerrero en la dirección General de Trabajo, es parlamentario en el Congreso de los Diputados por la provincia de Sevilla.
El aforamiento del extitular de Trabajo en el Gobierno de Manuel Chaves es el gran problema para Mercedes Alaya. Si decide imputarle, la juez podría perder esta parte del caso en beneficio del Tribunal Supremo. Persisten las dudas judiciales sobre si la posible imputación supondría no sólo la retirada de la llamada pieza Viera, sino del resto del asunto judicial (60 tomos y 30.000 folios), que propició una comisión de investigación que se cerró el pasado mes de noviembre en falso tras 32 comparecencias en el Parlamento de Andalucía.