Todo pasaba por él. “Usted era el todopoderoso”, le indicó Alba Doblas (IU) en la fallida comisión de investigación. Gaspar Zarrías, muñidor ahora de Alfredo Pérez Rubalcaba en Ferraz, fue vicepresidente de la Junta de Andalucía y jamás ocultó su interés en brindar a Jaén, su lugar de origen, un mejor porvenir. Él mismo se definió como “el interruptor” de la Junta en la comisión de investigación parlamentaria de los ERE falsos. La provincia que más aceite de oliva produce en todo el mundo resulta clave para saber qué pasó con las falsas prejubilaciones que investiga la juez Mercedes Alaya.
De Jaén es Juan Lanzas, encarcelado este viernes por la mañana por orden de Alaya. Lanzas, el conseguidor de la Junta, fue buen amigo de Zarrías. Se hacían fotos juntos en actos públicos. “En el Ayuntamiento de Jaén tuvieron presencia protagonista. Zarrías se jactaba una y otra vez de que no se movía un papel de la Junta sin qué él lo supiera y que ahora reniega de Lanzas”, ha denunciado el presidente provincial del PP jienense, José Enrique Fernández de Moya.
En Albánchez de Magina -de 1.326 habitantes, localidad natal de Juan Lanzas- buscaba ayer la Guardia Civil un zulo donde presuntamente estaría guardado dinero y documentación de estas falsas prejubilaciones. El exsindicalista figuró (sin jamás haber trabajado allí) en el ERE de Hitemasa, una histórica empresa textil de Málaga. Por pertenecer de modo fraudulento a esta compañía cobró 50.000 euros entre octubre de 2009 y noviembre de 2010.