Se llaman La Resistencia, son ya 320 ciudadanos (para verano esperan llegar a 1.000) y han logrado que la Fiscalía General de Andalucía investigue tres asuntos de envergadura: el reparto ilegal de subvenciones en agencias de la Junta de Andalucía,contratos a dedo del Gobierno andaluz anulados por el Consejo Consultivo y los desahucios presuntamente ilegales de la Junta materializados a través de la Empresa Pública del Suelo de la Junta.
Este grupo de ciudadanos andaluces al margen de cualquier ideología y partido político cuentan como metas principales eliminar la corrupción de la vida pública, la defensa del Estado de derecho y la restauración de la justicia social. “No queremos figurar en las listas de ningún partido político ni presentarnos a las elecciones. Queremos crear un lobby de presión al actual sistema de partidos mediante un grupo numeroso que sirva para presionar, nos tengan en cuenta y escuchen”, explicó el pasado sábado Eduardo Maestre, profesor interino de Música en Sevilla y miembro de la junta directiva de La Resistencia, en la presentación en Málaga de este grupo.
Maestre, junto María Calvo y Luis Escribano, funcionario de la Junta de Andalucía, forman el núcleo duro de este lobby que impedirá, a juicio de esta tripleta de fundadores, que partidos políticos puedan “parasitar” a este grupo aceptando ellos a nuevos miembros hasta que una asamblea pudiera tumbar los principios de la Resistencia. “Eso le pasó al movimiento 15-M, aquí funcionamos como asamblea: todo el mundo tiene voz, pero el sistema no será asambleario”, aclara el docente sevillano.
Su lucha contra la corrupción se centra en la Junta de Andalucía, que lleva más de 30 años gobernando ininterrumpidamente la comunidad andaluza, pero los ayuntamientos y diputaciones provinciales que controla el PP andaluz y los municipios dirigidos por Izquierda Unida también formarán parte de su denuncia, según dejó claro este lobby, que insiste en que su credibilidad pasa por aceptar a gente de todo tipo, “ateos o cristianos”, y sin una ideología concreta.
Eso sí, representantes del colectivo Escaños en Blanco o el Partido Pirata aparecieron por la reunión de Málaga, que también contó con ciudadanos de izquierdas y del PP, también próximos a UPyD. En Sevilla también asistieron militantes del PSOE. “Puede venir quien quiera: lo que nos une es la lucha contra corrupción que afecta a todos los partidos políticos”, indicó Maestre, tras criticar cómo La Casa Invisible de Málaga, un colectivo social subvencionado por distintas instituciones, no los quiso acoger para la celebración de su puesta de largo en la segunda ciudad andaluza.
El grupo también vigilará a los sindicatos y los empresarios. “El problema que hemos tenido es que mucha gente ha pensado: ‘Para que roben otros, robo yo también’. Todo esto repercute en la sociedad. Lo que tengo claro es que las denuncias ante la Fiscalía han preocupado mucho en la Junta de Andalucía”, relata Escribano, con más de 20 años de experiencia profesional como funcionario de la Administración autonómica.
La Resistencia se plantea incluso la necesidad de internacionalizar el conflicto, llevar al Parlamento Europeo pruebas documentales del expolio que se está cometiendo desde hace décadas en Andalucía, a fin de que se extreme la vigilancia sobre los gestores de la Junta.