El PSOE andaluz está desdibujado sin mayoría absoluta. El PP, mucho más: viudo de liderazgo de Javier Arenas, continúa inmerso en su casting interno. Así, Izquierda Unida, con apenas tres consejerías, ha aprovechado su sitio en la Junta de Andalucía y ha conseguido ningunear la acción de Gobierno socialista justo cuando se cumple un año del bipartito Griñán-Valderas.
¿Y qué ha ocurrido en este tiempo? ¿Ha bajado el paro y la pobreza en Andalucía? Todo lo contrario. El desempleo continúa cabalgando sin parar en la comunidad andaluza. Con 1,5 millones de parados, la Junta de Andalucía ha sido incapaz de articular medidas que mitiguen estas cifras, con algunas provincias como Cádiz con un 41% de tasa de desempleo. Es más, desde que la Junta cuenta con las competencias en políticas de empleo (mayo de 2003), se han dejado sin ejecutar 2.000 millones de euros. Sólo en 2012 no se han puesto en marcha más del 40% de estas medidas.
En cuanto a la pobreza, la Administración autonómica ha acabado por reconocer que la situación es de extrema gravedad al conceder 120 millones de euros en un decreto ley para erradicar el número de pobres en edad infantil en Andalucía. La consejera de Salud y Bienestar Social, María Jesús Montero, ha reconocido el aumento de los hogares con todos sus miembros sin trabajo y sin ingresos (de 33.200 en 2007 a más de 100.000 en 2012); el empeoramiento de los indicadores de bienestar en menores (72.020 viven en hogares con privación material severa) y personas mayores (33.868 en situación de exclusión social), y los recortes en el Sistema de Atención a la Dependencia, que han supuesto una reducción del 68% de la financiación estatal entre 2011 y 2013. Se trata de intentar que no se repitan casos como el de los cuatro hijos de Mari Paz y Pepe, los niños andaluces del hambre.