Continúa la presión. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) exige a la juez Mercedes Alaya que acabe de una vez alguna de las cuatro macroinstrucciones que lleva adelante en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla: ERE falsos, los dos de Mercasevilla y la venta del Real Betis. Alaya toma nota, aunque se niega a desvelar qué causa judicial acabará este año.
Tras dos horas de reunión con el presidente del TSJA, Lorenzo del Río, el presidente de la Audiencia, Damián Álvarez, y el juez decano de Sevilla, Francisco Guerrero, la magistrada apenas ha aceptado ceder al juez de refuerzo, Rogelio Reyes, la pieza separada que investiga diversas operaciones llevadas a cabo por Luis Oliver, que le compró en julio del 2010 su paquete de acciones mayoritario, según la denuncia de los administradores judiciales del club.
Alaya, muy personalista en la gestión de las macrocausas, rechazó contar en su juzgado con Ana Rosa Curra, juez de adscripción territorial y sustituta de la magistrada de los ERE durante su baja por enfermedad, tras reemplazar al juez Iván Escalera, tío carnal de un histórico dirigente socialista de Sevilla y que declaró en su perfil de Facebook ser amigo del PSOE. Curra fue trasladada por órdenes del presidente del TSJA al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Dos Hermanas (Sevilla).