Manuel Gracia forma el tridente histórico en el Parlamento andaluz. Gracia es desde hace un año su presidente. Junto a José Caballos, ex número 2 del PSOE-A, yPaulino Plata (nombrado el pasado sábado presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, por lo que tendrá que dejar su escaño en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas) llevan en la cámara autonómica desde 1982. Gracia es el responsable de un pacto semisecreto, que ha destapado hasta qué punto los parlamentarios andaluces sufren el virus de vivir en un mundo irreal y alentar el santuario del derroche autonómico.
El presidente del Parlamento de Andalucía pensó que era necesario subirse su nómina pública en 400 euros mensuales: de 6.596 a 6.957 por dieta de alojamiento y manutención. También creyó que los miembros de la Mesa de la Cámara no ganaban lo suficiente. Los portavoces adjuntos (cuatro por el PSOE y el PP y uno por IU) pasaban a conquistar una dieta por el mismo concepto que el presidente, de 2.000 euros al mes. Lo aprobaron de tapadillo, en la penumbra burocrática de acuerdos parlamentarios del pasado mes de marzo. Nula difusión de los chollossalariales de los diputados.