Se los conoce por sus apodos. Uno es Pepín y el otro es Chiqui. El primero es José Sánchez Maldonado, nuevo consejero de Economía, Ciencia, Innovación y Empleo. Chiqui (Manuel Jiménez Barrios) es el consejero de Presidencia. Son los dos nuevos hombres fuertes del primer Ejecutivo de Susana Díaz, nombrado ayer por la nueva presidenta de la Junta de Andalucía. Ambos veteranos (61 y 56 años) con sombras en anteriores cargos: la Autoridad Portuaria de Málaga y la Alcaldía de Chiclana.
Sánchez Maldonado, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga, dimitió a finales del pasado mes de mayo de la presidencia del puerto malagueño alegando problemas de salud, en concreto, hipertensión. El profesor, de carácter afable y espíritu de diálogo, no estaba dispuesto a administrar la herencia recibida de Enrique Linde, un socialista histórico que fue director general de Política Interior en el Ministerio que comandaba José Barrionuevo. Maldonado tenía que gestionar un ERE en el Puerto de Málaga: 40 empleados de 180 existentes. Paulino Plata, mandatario de este organismo, otro exguerrista como Linde, asumió, sin comunicación alguna con los trabajadores, lo que el nuevo consejero no pudo soportar.