Una partitura nítida de izquierdas. Susana Díaz, que se ubica en el ala más oeste de la ideología, aceptará exigencias programáticas de Izquierda Unida que el todavía presidente de la Junta, José Antonio Griñán, no quiso implantar en su Gobierno de coalición. Las dos más estrellas del “nuevo tiempo” que proclama Díaz son la creación de un impuesto a las grandes superficies y de un banco público de tierras.
Antonio Maíllo, coordinador de Izquierda Unida Andalucía, tiene claro que ha llegado el momento de acelerar la versión más de izquierdas del bipartito, y para ello está dispuesto a aprovechar el cambio de timón en la Presidencia de la Junta para arrancar “medidas que no habían cuajado con Griñán”, según confirman a El Confidencial fuentes del grupo parlamentario de IU. La reunión de esta semana entre Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE-A, y José Manuel Mariscal, coordinador de la Comisión Ejecutiva de IU en Andalucía, sentó las bases de estos cambios.