Luis de Guindos ha hecho un hueco en su agenda para atender los ruidos que llegan desde Málaga y Sevilla. Según fuentes financieras, el ministro de Economía ha recibido en los últimos días la visita de Juan Ignacio Zoido, presidente del Partido Popular de Andalucía, para atender sus quejas por la actuación del presidente de Unicaja, el sempiterno Braulio Medel. Su última jugada, nombrar como consejero delegado y vicepresidente a Manuel Azuaga, hasta ahora director general, ha colmado la gota de la paciencia de los populares andaluces, que ven cómo se ha roto de forma unilateral la relación de poderes pactada que concedía al popular Manuel Atencia la vicepresidencia primera.
Divididos y descompuestos para la acción política regional, el PP de Andalucía tiene en el presidente de Unicaja un factor de cohesión interna. “Estamos hasta el gorro de él, hace lo que quiere, sin consultar a nadie”, señala a El Confidencial un dirigente de la formación. Para desesperación de sus críticos y tras 27 años en el poder, Braulio Medel (66 años) ha conseguido además perpetuarse en el cargo hasta los 70 gracias a una ley aprobada a principios de año que le permite jubilarse y a la vez continuar en activo como máximo responsable de la entidad malagueña, una argucia que le ha posibilitado activar una póliza de jubilación de casi un millón de euros anual.