La llamada a consultas del embajador de España en Londres, Federico Trillo, por la incursión “muy grave” del buque español Ramón Margalef en aguas de Gibraltar provocó una inmediata reacción de la Guardia Civil: colas de una hora de ciudadanos españoles para salir del Peñón y dos horas y media para los vehículos, según confirmaron a este diario fuentes del Gobierno de Gibraltar. El Ejecutivo español y la Guardia Civil se pueden ver reforzados en su posición de permitir retenciones en la entrada y salida del Peñón: la Comisión Europea dictaminó que los controles aduaneros en Gibraltar no vulneran las normas de la Unión Europea.
“Esta noche la cola de peatones es de mil demonios, pasaba el aeropuerto antiguo para salir de Gibraltar. Es la Guardia Civil quien está ralentizando la salida. Y menos mal que no está lloviendo, porque si llueve se va a armar una estampida. Quiera Dios que no pase una tragedia; varios amigos españoles me han dicho que como estén en la cola y no puedan salir o entrar tirar palante y que salga el sol por Antequera”, relata a este diario Tito Vallejo, exmilitar gibraltareño, de 65 años, que en agosto contó aquí algunos de los mitos y realidades del Peñón.