La actual Ejecutiva Regional de UGT Andalucía intenta por todos los medios reunir dos tercios de los apoyos –integrado por 120 miembros– en el Comité Extraordinario, máximo órgano entre congresos, del próximo jueves. ¿Misión? Que nada cambie en el sindicato. Se trata de ignorar y pasar página lo más rápido posible a los escándalos que azotan la UGT sureña, arrinconar a los críticos y lograr que la FSP (Federación de Servicios Públicos) siga con su poder omnímodo.
“Gran parte de todo lo destapado perjudica directamente no sólo a los responsables de la Ejecutiva, sino a la FSP; por eso quieren el continuismo, lo necesitan”, subraya Juan Antonio Campos, sindicalista cordobés, en declaraciones a El Confidencial. “Sin una gestora que tome el mando, esto será otra vez más de lo mismo, lo importante es que tengamos un nuevo congreso”, apunta a este diario Campos, quien aglutina una de las corrientes críticas en el blog ‘Ugetistas por la regeneración’.