Año III de instrucción: ni se cansa, ni trocea y sigue citando a más imputados. El huracán Alaya no cesa. Cuando en septiembre de 2013 preimputó a Manuel Chaves y José Antonio Griñán (ratificada en diciembre) parecía que al fin elevaría el caso ERE al Tribunal Supremo. Pero las últimas actuaciones de la magistrada Mercedes Alaya demuestran todo lo contrario. No sólo seguirá instruyendo el proceso judicial, con más de 130 imputados y una investigación de 200.000 folios, sino que se niega a dividirlo en partes. Para Alaya, se trata de un caso único, como ha explicado en su último auto.
“La causa se configura como inescindible, pues en cada expediente de subvenciones sociolaborales o ayudas a empresas podría derivarse responsabilidad criminal para las mismas personas”, aclara Alaya, que va más allá en su escrito: “Hasta la fecha, no existe razón alguna que justifique la división de la causa, pues se rompería la continencia de la misma”, argumenta en su auto de apenas cuatro folios.