Un penalti claro y el silbato no se oye. Bale cae en el área en el minuto 6 y al árbitro le parece demasiado abuso que el Real Madrid pudiera descomponer el partido tan temprano. Cristiano Ronaldo prometía verticalidad por la banda derecha. Pero la libertad se impuso, como ya es costumbre. De derecha a izquierda, también arrancando desde atrás, Ronaldo sigue con hambre leonina, como si aún fuera un debutante con ganas de demostrar la titularidad. En el minuto 22 Cristiano Ronaldo cogió el balón, buscó el hueco y la estirada de Willy Caballero fue inútil. Ese gol aventuraba una goleada a la inversa como la de aquel 11 de septiembre de 1983 cuando el Málaga ganó 6 a 2 al Real Madrid, acaso la mayor proeza malaguista de la historia antes de la era Pellegrini.