Desde la terraza de uno de los restaurantes del Muelle 1, la nueva zona del Puerto de Málaga, se divisa una imagen del clásico skyline de la ciudad. A menos de una milla de distancia están atracados cinco grandes cruceros. En el inicio de la temporada de esta primavera trémula, Málaga aspira a consolidarse como referencia de este sector que tras unos años muy pujantes, que parecían no tener fin, inició el año pasado un retroceso evidente.
Las cifras se explican por sí solas. El año 2013 se cerró rozando los 400.000cruceristas en Málaga. Atrás quedaron los 650.000 de 2010. Un descenso de la demanda y la marcha de Royal Caribbean (con el Adventure of the Seas como uno de sus emblemas), que contaba con Málaga como puerto base, son las razones fundamentales de la caída (algo que también ha sufrido Barcelona). Esta huida de una de las navieras de referencia supuso un shockeconómico para el puerto malagueño, cuyo segmento de cruceros representa el 19,1% de los ingresos portuarios.