En la historia de los despilfarros de infraestructuras españolas merece una capítulo especial el (frustrado) AVE Sevilla-Málaga. La Junta ha dilapidado 280 millones de euros ya invertidos para la línea de transporte que comunicaría las dos principales ciudades andaluzas (la capital andaluza -y su poblada área metropolitana- y la segunda metrópoli de la comunidad autónoma y la pujante Costa del Sol) en apenas 55 minutos. Actualmente hay dos líneas: un tren regional que la conecta en dos horas y media horas y un Avant en 2 horas.
El problema no es sólo esos 280 millones en una plataforma de 77 kilómetros entre Marchena y Antequera, sino las miles de hectáreas de cultivo expropiadas sin producir. El 60% del AVE lo estaba construyendo la Junta. El resto, correspondía al Gobierno central, aunque en el diseño inicial del proyecto (de 2004) el Ejecutivo del entonces presidente Manuel Chaves se comprometió a financiarlo al 100%.